Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma es una enfermedad crónica que afecta a niños y adultos. Las vías que conducen el aire a los pulmones se estrechan debido a la inflamación y la compresión de los músculos que rodean las vías respiratorias finas. Ello causa los síntomas típicos del asma como son tos, sibilancias, disnea y opresión en la caja torácica, los cuales no se presentan de manera continua sino intermitentemente, pudiéndose agravar durante la noche o al hacer ejercicio.
Además de estos, existen otros factores desencadenantes que frecuentemente pueden agravar los síntomas del asma. Los desencadenantes varían de una persona a otra, pero entre ellos figuran las infecciones provocadas por virus, como los resfriados, el polvo, el humo, los gases, los cambios meteorológicos, el polen, el pelaje y las plumas de animales, y los jabones o perfumes con fragancias muy fuertes. Cuando la enfermedad empeora, el cuerpo da algunas señales, y se conoce como como ataque de asma o crisis asmática. A continuación, compartimos algunos consejos claves para evitar al mínimo los síntomas del asma.
Si sufres de asma, en primer lugar, debes prestar mucha atención a la limpieza y orden en el hogar. Esto es porque la presencia de polvo puede ser muy dañino, por lo que es necesario limpiar constantemente los espacios, así como también cambiar los cubrecamas, mantener los alimentos bien almacenados y usar detergentes y desinfectantes sin fragancias.
Otro consejo que resulta clave para los pacientes asmáticos, es evitar fumar. El humo del tabaco, combinado con la nicotina, pueden causar daños muy serios al organismo. No fumar permite a las personas que sufren de asma poder respirar mejor y aminorar los síntomas de la enfermedad. Asimismo, deben mantenerse alejados de los ambientes contaminados por el tabaco, ya que ser fumador pasivo, empeorará los síntomas.
Además de las recomendaciones anteriores, podemos señalar también, cambiar de trabajo para aquellas personas que estén expuestos constantemente a polvo de madera, hongos y algunas sustancias químicas. En caso de no poder hacerlo, usar mascarillas y elementos de protección se tornan indispensables para no agravar los síntomas. Por último, pero no por eso menos importante, para las personas que sufren de asma es de suma importancia realizarse todos los estudios médicos pertinentes de forma periódica. Además, es fundamental llevar una dieta saludable y equilibrada, así como también realizar actividad física moderada de manera frecuente, siendo la natación uno de los deportes más recomendados para quienes padecen esta enfermedad.