El verano siempre pone nuestra piel a prueba. El sol y el mar siempre hacen que se reseque más en esta estación del año. Ni hablar de las manchas y pecas que muchas veces provocan en nuestro rostro. De aquí radica la importancia de protegerla y también de ayudarla para que luzcamos radiantes e hidratadas.
El problema resulta cuando queremos comprar la crema ideal. Cada vez que vamos a la farmacia o a un centro de estética hay mucha variedad de opciones entre las que podemos elegir. Sin embargo, en esta época del año las mascarillas refrescantes, de efecto frío, deben volverse nuestras mayores aliadas. Estas son perfectas para deshinchar y lucir espléndida pese a la resequedad.
Antes de aplicar cualquier mascarilla debes de tener en cuenta ciertos tips. Uno de ellos es quietarnos todos los productos que tengamos en la cara previo a realizarnos cualquier tipo de tratamiento de belleza. La limpieza es clave, mientras que el efecto frío comienza a actuar para poder cerrar los poros y reducir su tamaño.
3 mascarillas refrescantes ideales para este verano
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Rose Sorbet Mascarilla Criogénica (Lancôme)
Esta mascarilla refrescante la podemos conseguir por 24.29 euros. El producto contiene extractos de endibias y sorbete de rosas. Estos son los ingredientes perfectos si lo que buscas es el efecto frío que tanto ayuda a cerrar los poros. Además, es ideal para revitalizar y calmar una piel cansada del sol en pleno verano.
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Mascarilla refrescante de Menta (Sayako Cosmetics)
Esta mascarilla la puedes conseguir en varios lugares por 29.90 euros. No solo es perfecta para limpiar la piel sino también para relajarla. La menta es la propiedad que provoca la sensación de frío que tanto buscamos esta temporada. Además contiene dosis de niacinamida cuyo fin es estimular la producción de colágeno que nuestra piel necesita.
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Mascarilla de té stick (Melao)
Es una de las mascarillas más accesibles que vas a encontrar en el mercado. Tiene un costo de 9.99 euros. Al ser tipo roll-on se volverá tu mejor aliada para este verano para deshacerte de las imperfecciones y puntos negros que se generan como producto de usar diariamente el protector solar. Al té verde que lleva le debemos el reconfortante efecto frío.