Pasan los días y seguimos en la misma situación respecto al estado de salud de la Princesa Charlene, es decir se sabe poco y nada sobre su estado. La sudafricana fue internada nuevamente hace pocos días luego de haber regresado a Mónaco en noviembre tras complejos meses en los que intentó recuperarse de una infección paranasal.
La esposa del Príncipe Alberto ha tenido un 2021 muy complicado del que se han revelando algunos detalles sobre su pasado inmediato y su vida en estos días. Por un lado se supo que mientras estuvo en Sudáfrica no pudo estar acompañada de sus padres Mike y Lynette. ¿Los motivos? Sus padres no quisieron exponerla a un posible contagio de covid por la edad de ambos, superan los 70, y porque los médicos le habían dicho que estaba muy frágil. ¿Y su actualidad? Bueno, ya se sabe que la madre del Príncipe Jacques y la Princesa Gabriella está recuperándose en Suiza, más precisamente en el Paracelsus Recovery.
La Princesa Charlene se aloja en uno de los centros de rehabilitación más lujosos del mundo donde ofrecen programas flexibles de tratamientos, terapias uno a uno, discreción absoluta, trato privado y exclusivo, así como servicio de cinco estrellas con facilidades de lujo teniendo como paisaje el lago Zúrich.
Este espacio que habita la esposa del Príncipe Alberto es reconocido por hacer frente a adicciones, trastornos alimenticios, así como trastornos mentales como depresión o ansiedad. El costo de la estancia depende del tratamiento que la persona esté recibiendo. Sin embargo, se sabe se sabe que varios de los programas superan los 300 mil euros mensuales. Entre los servicios que ofrecen hay terapias diarias de diferentes tipos, un terapeuta de guardia las 24 horas, servicio de conserjería, spa. Además de ofrecer penthouses exclusivos de 250 metros cuadrados, así como departamentos privados.
Una de las pocas expresiones sobre el estado de salud de la Princesa Charlene sucedió hace unos meses atrás cuando su esposo dijo en un reportaje lo siguiente: “no padece ninguna enfermedad grave o incurable. Todo el mundo necesita entender eso. Lo digo amablemente: déjenla en paz, déjennos en paz un rato”, insistió el monarca.