Hace poco, Elena, la hermana mayor del Rey Felipe, protagonizó una escena con una reportera durante un evento hípico. Es decir, su malhumor salió a relucir porque le respondió de muy malas maneras a la reportera. Si bien esto no es nada nuevo, ya de niña solía poner caras frente a periodistas y camarógrafos.
Pero sus negativas frente a la vida pública no se comparan con sus reacciones en su vida privada. Así, los periodistas y las cámaras no son los causantes de lo peor de Elena. Según la periodista Consuelo Font, especializada en la Casa Real, actualmente la Infanta Elena sufre de una enorme preocupación por su hija, Victoria Federica, de 22 años.
La joven actualmente es influencer y embajadora de marcas de moda, como Hoss Intropía; asimismo, Victoria cobra por ir a presentaciones y ha sido portada de varias revistas. Todo esto para su madre es característico de una vida frívola y exhibicionista, no propia de una sobrina del Rey que ocupa el quinto puesto en la línea sucesora.
Aunada esta preocupación, Elena de Borbón también se encuentra enfadada con su exesposo, Jaime de Marichalar, pues lo acusa de ser responsable de introducir a la joven en el mundo de la moda y las pasarelas. Marichalar es consejero de Dior y con anterioridad se le ha visto a él junto a Victoria Federica en los desfiles de Alta Costura de París, a los que la joven asiste encantada, pues comparte el gusto con su padre.
Tomando de referencia a una fuente cercana a la sobrina del Rey, Consuelo Font explica que: “Doña Elena tiene miedo de que Victoria Federica caiga en las redes de una multinacional de la moda, que la maneje a su antojo y se le escape definitivamente de las manos. Tras la abdicación de Don Juan Carlos y desde que Don Felipe la eliminó de la familia real, ella ha sido un ejemplo de discreción y le desagrada que su hija sea comidilla de la prensa rosa”.