El príncipe Guillermo siempre ha sabido lucir como una figura recatada y provisto de seriedad a la hora de realizar sus tareas reales como parte de su agenda. Siempre se encuentra atareado y por lo mismo es consciente que debe tener una buena alimentación bajo una estricta dieta, del mismo modo que dedica algunas horas a la actividad física para soportar las largas jornadas. Y aunque el palacio cuenta con los mejores chefs de toda Inglaterra, esto no parece ser suficiente para el joven heredero.
Ni los más caros o exclusivos menús a los que el príncipe puede acceder son competencia contra un singular antojo que al parecer se desconocía por parte Guillermo. En una visita que en recientes fechas el príncipe realizó un paseo por las calles de Londres para visitar a los ganadores de un concurso de fotografía acompañado de su esposa Catalina de Gales, cuando notó un peculiar restaurante al cual no le quitó la vista por mucho rato: Un local de KFC.
Los fotógrafos y periodistas que se encontraban cubriendo la nota, no pudieron pasar desapercibido tan curioso hecho por la forma tan humorística con la que se tornó el asunto y el sumo interés del heredero a la corona por la comida al grado que la propia cadena de restaurantes en su cuenta de Twitter creó una publicación: "Guillermo diciéndose a sí mismo en voz baja: 'Qué ganas tengo de comer una alita'".
No cabe duda que el comer sano no está peleado con la comida rápida. El algunas ocasiones, el mismo príncipe Guillermo declaró que es fanático de este tipo de comidas, siendo la cadena Nando's su predilecta, pero que debido a su edad, era necesario empezar a cuidar su alimentación para evitar alguna enfermedad relacionada con la diabetes e hipertensión por lo que ya es muy raro que se de un pequeño gusto muy de vez en cuando.
Uno de sus platillos favoritos es el pollo a la parrilla bañado en salsa Peri-peri de este restaurante, tanto que es común que la cadena reciba algunos pedidos de la misma manera que el ver a su personal de seguridad o al mismo Duque de Cambridge yendo a comprar este platillo al que no puede resistirse. En definitiva, este ha sido el secreto mejor guardado del príncipe Guillermo y que solo su equipo de trabajo conoce.