Desde que se dio a conocer cómo la pareja del ahora Rey Carlos III, Diana de Gales fue parte del centro de atención no solo por la amabilidad con la que trataba a todos o su enorme corazón, sino por su belleza y elegancia con que portaba algunas de las prendas de la corona inglesa. Siempre marcó tendencia con su corte de cabello y fue este la inspiración de cientos de mujeres entre los ochenta y noventa.
Siempre resaltando el color azul de sus ojos, sus dientes blancos y el cabello Rubio, el largo de su melena entre estas épocas creó un cambio en la manera de llevar el corte y dio seguridad a las mujeres para probar algo nuevo e innovador, así como ella no tuvo miedo de atreverse al cambio. Dentro de estos intentos de estilos de peinados se destaca uno que no muchos recuerdan y es la apariencia de la princesa con cabellera larga.
Diana de Gales lucia una melena larga, por debajo de los hombros, un poco desaliñado, ligeras ondas y un tono rubio claro que mostraba cómo este corte enmarcaba su rostro para afilarlo y dar una sensación de rebeldía ante el despeinado volumen. Incluso dentro de su niñez, también se mostraban fotografías de la pequeña Diana con un cabello lacio y a la altura de la mandíbula, dejando en claro que ella era feliz llevando el cabello suelto.
Dentro de la época de los ochenta, la princesa Diana probó varios peinados para darle volumen a su delgado cabello, así como usó un flequillo que le daban un aspecto angelical. No pasó mucho tiempo para que decidiera cortarlo y optar por un estilo más fresco y juvenil que sin duda sería el que marcaría un antes y después para los cortes pixie, el cual llevó hasta el día de su fallecimiento, siendo este el motivo por el que recibió el nombre de "el corte de la princesa Diana" en honor a ella.
En la década de los 90 la princesa Diana de Gales conoció al estilista, Sam McKnight y le preguntó "¿Qué le harías a mi cabello si pudieras hacer lo que quisieras?", a lo que él respondió "Me lo cortaría todo y empezaría de nuevo", siendo este el famoso corte pixie que lució con diferentes accesorios como broches, tocados de flores y tiaras de diamantes para varios de los eventos de la monarquía inglesa así como se dio el lujo de darle el largo y el volumen que quiso a la hora de cortarlo.