Con 70 años de reinado, la reina Isabel puede presumir orgullosa de ser la dueña de sus actos y de mantenerse impoluta en sus errores. El mundo fue testigo de cómo durante el homenaje Felipe de Edimburgo, su hijo Andrés se aprovechó de la situación. En un claro intento de figurar tras el destierro la tomó por el brazo ante las cámaras.
Lo que hizo el príncipe Andrés en la Abadía de Westminster fue considerado ante los ojos de la realeza como un grito desesperado por salir del ostracismo al que quedó condenado por sus relaciones con Jeffrey Epstein. Lo peor de todos es que hay pruebas de los lazos que mantenía con el pedófilo norteamericano que lo han llevado a perder el lugar de hijo favorito de la soberana.
El sorpresivo chaperón para la reina Isabel
"La Reina Isabel necesita un chaperón en este momento debido a sus problemas de movilidad y Andrés ya agendó acompañarla al Derby", señaló una fuente muy cercana a la corona británica. La misma persona dijo que "simplemente no parece entender la protesta pública" que llevan adelante los royals para esconderlo totalmente de la escena pública tal como se le pidió tras el escándalo.
Según sostuvo esta persona al diario The Sun, el príncipe Andrés será su acompañante en una importante actividad de la soberana. Se trata del Derby de Epsom, que se enmarca dentro de las celebraciones del Jubileo de Platino. Pese a que se le exigió “permanecer invisible” el duque de York ya había confirmado su presencia en la carrera de caballos más popular entre la realeza.
No contento con el protagonismo que consiguió posando junto a la reina Isabel, estaría dispuesto a volverlo a hacer. El príncipe Andrés no piensa dejar de lado sus deseos de figurar a costa de su madre y por eso está dispuesto a convertirse en el chaperón de la soberna en uno de los eventos más importantes del jubileo de platino.