La reina Isabel puede presumir orgullosa de los coches que guarda en su garaje. Entre ellos tiene varios que son de colección considerados como “verdaderas joyas motorizadas”. Ella ama los automóviles y tiene una razón. Es que cuando era joven fue mecánica del ejército y nunca pudo dejar de lado esta pasión.
Desde aquellos tiempos, la esposa del príncipe Felipe conserva su amor por coleccionarlos y también manejarlos. Es que si bien tiene 96 años y podría bien valerse solo de su chofer, lo cierto es que le gusta ser su propia conductora cada vez que puede. Así que cuando tiene oportunidad se sienta al volante.
La carroza de oro de Isabel II
Uno de los coches de lujo, que la reina Isabel guarda en su garaje, es la carroza de oro. Fue el rey Jorge III quien mandó a fabricarla cerca de 1760. A quienes realizaron el fino trabajo de montaje les llevó dos años lograr dejarla como él la quería. Una vez que estuvo lista fue el primer miembro de la realeza en estrenarla.
Desde aquel día, la carroza de oro se transformó en la elegida de todos los sucesores, incluyendo a la reina Isabel. Todos los monarcas británicos la han usado en sus ceremonias de coronación. Sin embargo, el coche es bastante incómodo para trasladarse.
Es más, la reina Isabel, manifestó que su viaje en la carroza de oro para convertirse en soberna fue uno de “los más horribles” de toda su vida. Además, la pomposidad del Gold State Coach lleva a que solo pueda usarse en ocasiones muy especiales. En el caso de la esposa del príncipe Felipe lo volvió a usar en 1977 y en el 2002 para sus jubileos de plata y oro.