La boda de Lady Di y el príncipe Carlos pasó a la historia luego de que miles de personas de diferentes países del mundo se sentarán frente a la televisión para verlos dar el sí quiero. Todo fue majestuoso: la carroza, el vestido, la ornamentación, los invitados. La realeza británica no dejó nada librado al azar.
Sin duda el matrimonio del hijo de la reina Isabel es uno de los más recordados en la historia de la realeza. Más de una se sintió identificada con la historia al ver cómo una plebeya se transformaba en la princesa de Gales. Ella los había conquistado a todos con su simpatía y su empatía con los ciudadanos británicos.
Sin embargo, el príncipe Carlos estaba enamorado de otra y a pocos se les ocurrió pensar que obligándolo a casarse con quien consideraba que era la mejor opción pronto se volvería un dolor de cabeza para la corona. A Diana Spencer no le costó mucho descubrir la verdad. Lo que jamás se le pasó por la mente fue que el heredero al trono se lo confesara horas antes de casarse.
Lady Di se desayunó con que el príncipe Carlos no la amaba la noche previa a su paso por el altar. Si bien algo ya imaginaba nunca sospechó que alcanzara semejante nivel. Fue la astróloga Penny Thornton quien reveló este cruel detalle que la misma princesa de Gales le confesó entre lágrimas antes de morir.
Diana Spencer incluso llegó a intentar cancelar todo. Sin embargo, ya era tarde y sus padres le recomendaron no hacerlo. El papelón de suspender un matrimonio real sería no solo un verdadero escándalo mundial sino que también una severa mancha en su nombre. Pese a que decidió continuar, todos sabemos que las cosas nunca cambiaron y que años después llegó el divorcio en medio de la infelicidad total.