La princesa, popularmente conocida como Lady Di, tuvo un importante impacto en la familia real y en la sociedad británica. Diana de Gales fue y es muy querida en muchos países del mundo por su carisma y amabilidad. La temprana muerte de la ex esposa del Rey Carlos III la convirtió en un icono de la cultura pop, lo cual continúa vigente.
Diana de Gales, popularmente conocida como Lady Di, pasó a ser una figura mediática a principios de los años 80 cuando se comprometió con el hoy Rey Carlos III. Ella era la mujer perfecta para él ya que era hija de nobles británicos, su padre era conde, de educación privilegiada, buenos modales, perfil bajo. A sus 18 años no tenía un historial amoroso.
Lady Di inicialmente se destacó por su timidez, una de las características que más persuadieron al Rey Carlos III, hijo de la Reina Isabel II para casarse con ella debido a que él quería destacarse en la familia. La boda real tuvo lugar el 29 de julio de 1981 en la Catedral de San Pablo, la cual fue elegida porque tenía más asientos que la Abadía de Westminster.
Luego de su separación, Lady Di se dedicó a trabajar a asistir a personas con SIDA, a quienes abrazaba y estrechaba la mano. En aquellos años eran mal vistos tanto en la corona como en la sociedad. Más tarde Diana de Gales se convirtió en una patrocinadora de HALO Trust, una organización con el fin de eliminar las minas terrestres dejadas por la guerra.
Las causas más importantes para Lady Di eran las humanitarias y tener contacto con las personas era fundamental en su trabajo. Diana de Gales fue una rebelde del reinado al romper estrictos protocolos. Su popularidad fue tan grande que llegó a molestar a Carlos III. Desde su muerte en 1997, sigue presente en muchas personas.