Algunas de las más grandes representantes de la corona europea llevan una vida de ensueño y lujos, por lo que el estar rodeadas de compañía y de asistentes es una necesidad. Muchas de estas les ayudan en cosas básicas como salir a pasear por lo que es usual ser captadas juntas. Sin embargo, existe una mujer que fiel a sus raíces humildes prefiere llevar un perfil bajo y aprovechar el tiempo haciendo las cosas por su cuenta: Máxima de Holanda.
Como toda madre, la Reina tiene una estrecha relación con sus hijas al grado de ser para ellas una consejera, guía y apoyo cuando las jóvenes lo requieren y sin importar que ella sea una líder en su país. Quien es prueba fiel de ello es la princesa heredera al trono Amalia de Orange. Madre e hija han mostrado un lazo de unión que para la edad de la joven es difícil alcanzar pero la Reina consorte sabe que todo es cuestión de tiempo, paciencia y atención.
Aunque toda la familia se percibe como unida, se nota que ambas comparten gustos similares y pasan tiempo juntas cuando la agenda así lo permite. Una prueba fiel de esta cercanía son los breves viajes que realizan constantemente y sin tener la compañía de sus hermanas o del Rey Guillermo. Dicho esto, la revista ‘¡Hola!’ compartió una publicación donde se aprecia a la Máxima de Países Bajos con su hija Amalia realizando compras en algunas tiendas del corazón de Madrid.
Tratando de pasar desapercibidas bajo unas gafas de sol, Máxima y la princesa Amalia estuvieron de visita en Madrid, alistando los mejores atuendos para el inicio del primer viaje internacional de la princesa a las antiguas colonias holandesas que se tiene previsto dentro de dos días y tendrá como fecha de término el próximo 9 de febrero. El primer destino que la joven heredera será en Bonaire, por lo que será necesario estar preparadas con prendas para esta isla caribeña.
En compañía de su perro Mambo, Máxima de Países Bajos y la princesa Amalia acudieron a varias tiendas hasta tener lo necesario para su viaje, por lo que una vez terminada esta odisea se dirigieron a una terraza para consumir algo y descansar un poco antes de su partida. Algunos de los paseantes las reconocieron y ellas muy amablemente los saludaron, demostrando el enorme aprecio que la Reina tiene hacia el pueblo español y su gente.