Una de las preguntas que rondaba sobre los nombramientos y despidos en el entorno familiar del Rey Carlos III estaba centrado en el destino de su hermano, Andrés de York, quien tras verse envuelto en un escándalo de abuso a una menor y su relación amistosa, así como complicidad con el caso de Jeffrey Epstein perdió sus títulos militares y patrocinios reales, y llevó una vida fuera del ojo público a como estuvo acostumbrado.
Andrés de York tuvo una breve aparición durante el funeral de la Reina Isabel II en el cual fue atacado por un joven que estuvo en desacuerdo con su presencia ante tal ceremonioso acto. Desde ese momento tan bochornoso, el nuevo Rey sabía que esa sería la mancha más difícil de eliminar dentro del historial de escándalos que la realeza tiene. El soberano ha tenido suficiente con la mala reputación que su hijo, el Príncipe Enrique y Meghan Markle les han dado tras la aparición del documental de Netflix.
Es por eso que, determinado a mejorar la imagen de seriedad que la Familia Real Británica ha tenido desde hace años, el Rey Carlos III tomó la decisión de desterrar a su hermano quitando la posibilidad de recuperar los títulos y derechos a su hermano menor. Una fuente cercana al Palacio declaró al diario 'The Sun': "El rey lo ha dejado claro, Andrés de York no es miembro oficial de la casa real".
A comparación de cuando la Reina se encontraba con vida y este podía seguir frecuentando a su madre, Andrés ya no contará con un despacho como antes, por lo que no podrá usar su dirección del palacio de Buckingham en su correspondencia futura ni visitar el Palacio con frecuencia. Hace unos años, Virginia Giuffre, una de las víctimas de tráfico sexual del millonario Jeffrey Epstein, declaró a a policía que fue obligada a mantener relaciones sexuales con el príncipe Andrés de Inglaterra en el año 2001.
Giuffre contó que fue llevada a Londres desde Estados Unidos cuando tenía 17 años y que Epstein acompañada de su entonces pareja, Ghislaine Maxwell, la llevaron a un club nocturno para encontrarse con Andrés de Inglaterra y tener un encuentro sexual con él como con Epstein. Este escándalo provocó que la familia real tuviera por varios años mala fama al encubrir a un pedófilo, por lo que el Rey Carlos III decidió mejorar la imagen de la corona durante su reinado .