Hace unos días cumplía 65 años Alberto de Mónaco y según la revista francesa ‘Closer’, el príncipe firmó el pasado verano un decreto en el que su esposa Charlene quedaba como regente en caso de que él muera. Ciertamente, un detalle que no debería causar extrañeza de no ser porque este documento está marcado por algunas limitaciones.
Lo que significa que si faltara el soberano por fallecimiento o incapacidad, y hasta que su heredero el príncipe Jacques cumpla la mayoría de edad, Charlene será la regente pero tendría que trabajar con un Consejo de Regencia formado por siete personas. Dicho de otra forma, es un grupo de personas de alto rango en la jerarquía del Principado y que tendrían la última palabra sobre los temas importantes.
Por lo tanto, la princesa Charlene no tendría la potestad para decidir y cualquiera de sus pasos se encontraría limitado por la opinión del resto de miembros del organismo. Desde luego, nada de esto resta valor al voto de confianza de Alberto en ella pero sí limita su margen de acción, excepto si llega a un acuerdo en común con el resto de los integrantes del Consejo de Regencia y convencerlos de su opinión.
El que firmara este decreto pone en evidencia que, si bien se encuentra sano, el heredero del príncipe Rainiero ya está pensando en su sucesión. Ahora bien, según el citado medio, los términos eran así: “Si el príncipe heredero es menor de edad en el momento de la muerte o abdicación del príncipe reinante, la regencia la ejerce, en el primer caso, la esposa del príncipe fallecido o, en su defecto, el heredero mayor de edad más próximo a él en el orden de sucesión”. Todo esto entonces implicaba directamente a la princesa Carolina, la siguiente en la sucesión y mayor de edad.
No obstante, ya con las modificaciones que avaló el príncipe Alberto el año pasado, se especifica sobre un Consejo de Regencia: “Si el príncipe heredero es menor de edad en el momento de la muerte o abdicación del príncipe reinante, la regencia es ejercida por el Consejo de Regencia”. De esta forma, Charlene preside el Consejo pero no tiene el poder para tomar las decisiones unilateralmente.