Luego de 70 años, el próximo 6 de mayo en la Abadía de Westminster se llevará a cabo la ceremonia de coronación de un nuevo rey de Inglaterra. Carlos III y su esposa Camilla serán coronados ante más de 2000 invitados especiales. Entre ellos, se encuentra Simon Abney- Hastings, quien podría reclamar el trono.
Aunque parezca inverosímil, que alguien pueda reclamarle el trono a Carlos III, así lo indican las investigaciones del historiador británico Michael Jones.Hace dos décadas descubrió un documento en la catedral francesa de Ruan que, en su opinión, prueba que el rey inglés Eduardo IV (1442-1483) era ilegítimo. Como resultado, el investigador argumenta que Eduardo no era el heredero legítimo al trono y que la línea de sucesión debería haber pasado al hermano menor de Eduardo, Jorge, ancestro directo de Simon Abney-Hastings. Vale mencionar que este hombre de heredó el antiguo título escocés de conde de Loudoun.
Abney-Hastings vive ahora en Wangaratta, en el estado australiano de Victoria, y logró una invitación a la ceremonia de coronación de Carlos III. Ello fue así, al demostrar que sus antepasados desempeñaban tradicionalmente un papel importante en las coronaciones de los monarcas ingleses. Desde siglo XIII, los condes de Loudon han sido los encargados de portar las espuelas doradas, una parte ceremonial del acto de coronar a un nuevo rey.
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En siglos anteriores, las espuelas se sujetaban a los pies del nuevo monarca durante la coronación. Sin embargo, en épocas más recientes se han limitado a tocar ceremoniosamente los talones del monarca antes de ser colocadas en el altar. Así será con Carlos III.
El abogado y secretario privado de Abney-Hastings, Terence Guthridge, declaró que aunque los historiadores piensen que tiene derecho a reclamar el trono "él nunca ha sido de esta opinión". De hecho, siempre ha sido un "leal y firme partidario" de la reina Isabel II y de su hijo, el actual Carlos III, afirmó. "Se envían tarjetas de cumpleaños o felicitaciones de Navidad todos los años", añadió.