Isabel Preysler no ha tenido un buen año y de eso no hay duda. Su madre, Beatriz Arrastia, falleció y fue uno de los más duros golpes que recibió. Sin duda, cuando su hija Tamara Falcó cumplió los 40 parecía ser que todo iba a cambiar para ella, pero la vida tenía otros planes para la socialite.
Mario Vargas Llosa, su pareja desde hace varios años, contrajo Coronavirus en plena Semana Santa. La filipina no solo tuvo que lidiar con la enfermedad de su compañero sino que además terminó contagiandose con todo lo que implicaba para su familia. El premio nobel terminó internado por una cuadro de neumonía y aunque sus hijos se encargaron de aclarar que solo fue por precaución lo cierto es que el susto no cesó hasta que ambos obtuvieron el alta médica.
Todo esto sin olvidar que Isabel Preysler ya pasó por situaciones muy dolorosas en el marco de la pandemia. El padre de Tamara Falcó, ex pareja de la filipina, falleció cuando el covid recién desembarcaba en el mundo. Si bien desde hacía tiempo la socialite ya había terminado con el Marqués de Griñón el dolor se apoderó de ella al ver devastada a su hija.
Han sido meses más que duros para Isabel Preysler quien intenta poner una sonrisa en cada evento al que asiste. Pero hay algo que la mantiene ilusionada de cara al futuro. Se trata de un reencuentro familiar que viene esperando desde hace bastante tiempo y que la emociona de solo pensarlo.
Es que Álvaro Castillejo, el hijo de la hermana de Isabel Preysler, está apunto de pasar por el altar. Su joven sobrino dará el sí quiero con la periodista Cristina Fernández en un evento que logrará congregar a todos los Preysler algo que no sucede desde hace mucho. Así que ella espera con ansias en regreso de Mario Vargas Llosa quien se encuentra en la Argentina participando de la Feria del libro ansiosa para terminar de afilar los últimos detalles del matrimonio de su sobrino.