Sábado 20 de Enero de  2024 // 16:08 hs
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La última jugada de Javier Santos para que Julio Iglesias le de lo que desea

Javier Santos tuvo que recurrir a un investigador privado para demostrar su identidad.

Javier Santos, Julio Iglesias, Redes Sociales.Javier Santos. Foto: Instagram @javiersantosinsta
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Javier Santos está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para conseguir se apellido. El joven de 44 años lleva toda una vida peleando por ser reconocido por su padre. Y pese a que tiene en su poder un ADN que prueba que es genéticamente hijo legítimo de Julio Iglesias el cantante se ha negado a reconocerlo como tal.

Esta vez, Javier Santos recurrió Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, Francia. Según explicó su abogado, Fernando Osuna, con esta presentación espera poder defender "la verdad genética sobre la cosa juzgada". Es que en España nadie quiso hacer lugar al examen de ADN que se practicó.

Javier Santos solo busca establecer un vínculo con su familia. Foto: Instagram @javiersantosinsta

Sucede que Julio Iglesias jamás cedió para realizarse la prueba y Javier Santos tuvo que recurrir a un investigador privado para demostrar su identidad. El detective logró hacerse con un objeto que dejó tirado el cantante para que su hijo no reconocido pudiera realizarse el examen. Judicialmente la causa comenzó en el 2019, en los tribunales valencianos, aunque fue recién hace poco cuando obtuvo el examen genético.

Por ello, Santos decidió realizar un pedido especial para que fuera incluida esta prueba que le fue denegada. Cansado de la poca colaboración de su padre y de la Justicia española decidió hacer uso de este último recurso. Su esperanza es lograr establecer algún día algún tipo de lazo con su familia. Él ya ha dejado en claro que poco le interesa el dinero de los Iglesias y que lo único que anhela es el vínculo.

María Edite Santos y Javier Santos. Foto: Instagram @javiersantosinsta

El abogado de Javier Santos agregó que confía en que este tribunal logre entender que "prevalece la verdad genética, es decir, la realidad científica sobre la cosa juzgada o la prohibición de reabrir un juicio por cuestiones procesales". A su turno, el joven detalla que "cuando me he cruzado con Julio José o Enrique en Miami y en Los Ángeles, me han tratado con total amabilidad. De hecho, un día Julio estaba con amigos y me presentó como su hermano".