Desde que Meghan Markle y el príncipe Harry dieron un paso al costado de la familia real británica, mucho se ha dicho sobre su futuro. Lo cierto es que la pareja había firmado varios contratos con algunas productoras para generar series y documentales sobre su vida y sobre algunas ficciones, pero ninguna pudo realizarse aún.
Uno de los contratos más importantes que el príncipe Harry y Meghan Markle habían firmado fue con Netflix. Los duques de Sussex habían acordado con la productora que ellos producirían material original durante el Jubileo de Platino para poder usarlo en un documental, pero algunas fuentes cercanas a la familia real aseguran que no les dieron permiso.
Harry y Meghan le habían asegurado a Netflix que retratarían el primer encuentro de su hija Lilibeth Diana con la Reina Isabel II y que ellos tendrían el acceso exclusivo a esa imagen. Los duques de Sussex acudieron con un fotógrafo al Palacio de Buckingham para lograr su objetivo, pero desde el palacio les dijeron que el profesional no podría ingresar.
Por lo visto, a la familia real le preocupaba que la foto fuera compartida. "Harry y Meghan querían que su fotógrafo capturara el momento en el que Lilibeth conociera a la Reina”, contó una fuente al medio británico The Sun. "Pero les dijeron que no cabía la posibilidad. Se quiso que fuera una reunión familiar privada".
Netflix le demostró a Harry y a Meghan su decepción al saber que los duques no pudieron conseguir esa imagen, tal y como ha confirmado la biógrafa real Angela Levin: "Esa imagen hubiera sido muy valiosa, por eso en Netflix están decepcionados". Incluso también se supo que los duques de Sussex no formaron parte del palco del Palacio de Buckingham, por estar filmando aquel documental. La familia real británica no quería que se documentara nada sin su permiso, e incluso les molestó que Harry y Meghan quisieran lucrar con un momento tan especial para ellos como fue el Jubileo de Platino.