Son muchas las producciones originales que Netflix estrena en su catálogo cada vez que lo renueva; pero en general cada vez son menos las producciones de gran prestigio que ingresan a la plataforma, pero hay excepciones y algunas son honrosas como las que veremos hoy. En estas películas descubriremos grandes actuaciones de la mano de Scarlett Johansson, Bill Murray, Adam Driver, Timothée Chalamet, Song Kang-ho y Ethan Hawke.
Perdidos en Tokio: dirigida por Sofía Coppola, esta película protagonizada por Bill Murray y Scarlett Johansson, marca el pináculo de la directora tras su bien lograda “Las vírgenes suicidas”; capítulo aparte merecen ambos actores que se están perfectos en su interpretación. Actualmente disponible en Netflix; sin dudas debe ser aprovechada antes de que salga del catálogo. Sinopsis: Bob Harris, un actor norteamericano en decadencia, acepta una oferta para hacer un anuncio de whisky japonés en Tokio. Está atravesando una aguda crisis y pasa gran parte del tiempo libre en el bar del hotel. Y, precisamente allí, conoce a Charlotte, una joven casada con un fotógrafo que ha ido a Tokio a hacer un reportaje; pero mientras él trabaja, su mujer se aburre mortalmente. Además del aturdimiento que les producen las imágenes y los sonidos de la inmensa ciudad, Bob y Charlotte comparten también el vacío de sus vidas. Poco a poco se hacen amigos y, a medida que exploran la ciudad juntos, empiezan a preguntarse si su amistad podría transformarse en algo más.
Llámame por tu nombre: la película dirigida por Luca Guadagnino, que catapultó al joven y enorme talento de Timothée Chalamet; un relato intimista con un ritmo como pocas veces puede verse en el cine actual, gran adquisición de Netflix. Sinopsis: Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de 17 años, pasa el cálido y soleado verano de 1983 en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia. Se pasa el tiempo holgazaneando, escuchando música, leyendo libros y nadando hasta que un día el nuevo ayudante americano de su padre llega a la gran villa. Oliver (Armie Hammer) es encantador y, como Elio, tiene raíces judías; también es joven, seguro de sí mismo y atractivo. Al principio Elio se muestra algo frío y distante hacia el joven, pero pronto ambos empiezan a salir juntos de excursión y, conforme el verano avanza, la atracción mutua de la pareja se hace más intensa.
Parásitos: La película que hizo a Hollywood sacar la cabeza de su propio agujero para notar a grandes realizadores de otros países, una obra maestra dirigida por Bong Joon-ho, afortunadamente se encuentra en Netflix y es una producción que cualquier amante del cine debe ver. Sinopsis: Tanto Gi Taek (Song Kang-ho) como su familia están sin trabajo. Cuando su hijo mayor, Gi Woo (Choi Woo-sik), empieza a dar clases particulares en casa de Park (Lee Seon-gyun), las dos familias, que tienen mucho en común pese a pertenecer a dos mundos totalmente distintos, comienzan una interrelación de resultados imprevisibles.
Boyhood: Dirigida por Richard Linklater, este es un relato intimista en el que podemos ver a su protagonista crecer en un ejercicio cinematográfico nunca antes visto; afortunadamente Netflix y Linklater se han asociado por lo que esperamos más películas del director en la plataforma. Sinopsis: Historia dramática que recorre 12 años (2002-2013) de la vida de Mason (Ellar Coltrane) de los seis a los dieciocho. Durante este periodo, se producen todo tipo de cambios, mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, desilusiones y momentos maravillosos. Un viaje íntimo y basado en la euforia de la niñez, los cambios sísmicos de una familia moderna y el paso del tiempo.
Historia de un matrimonio: Probablemente el mejor filme hasta el momento producido por Netflix; nuevamente en esta lista aparece Scarlett Johansson, en esta ocasión acompañada por un soberbio Adam Driver, ambos dirigidos con enorme destreza por Noah Baumbach. Sinopsis: Charlie, un director de teatro neoyorquino y su mujer actriz, Nicole, luchan por superar un proceso de divorcio que les lleva al extremo tanto en lo personal como en lo creativo.